Una de mis cosas favoritas acerca de San Miguel de Allende son sus puertas, todas ellas tienen que ser de madera por una disposición oficial en pro de conservar el estilo original de la ciudad lo que la hace una ciudad verdaderamente única. Además ninguna de las calles tiene semáforos sino policías controlando el tráfico y la gente resulta ser demasiado amable y atenta respecto al peatón. Es una ciudad que de verdad vale la pena visitar.
Gord gord gord esta padrisimas... medio chuecas jajajaja no gord neta estan de pelos me encantan!!!!
ResponderEliminarjajaja, las calles no son las más derechas del mundo sabes? jajaja, pero bueno, no hagas caso a lo chueco, trabajaré en eso en las prox fotos! para q sean de más calidá!jajaja
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